miércoles, 18 de diciembre de 2019

El final del camino...



Discurso de clausura de la delegada del Máster MIDI, promoción 18-19

"Buenas tardes autoridades académicas, padres y compañeros:

Hoy hemos llegado al final del camino que comenzó el 2 de septiembre de 2018. Puede parecer que es un final, pero en realidad es un comienzo, el comienzo de nuestra aventura profesional, que vendrá marcada por todo lo que hemos aprendido y vivido aquí, en estos meses.  

En este máster nos han dado las herramientas necesarias para que podamos desenvolvernos con soltura en el mundo profesional que va a requerir muchas dosis de pasión, valentía y perseverancia. Os propongo 3 claves para ello.  

La primera de ellas, resiliencia: capacidad que tiene una persona para superar circunstancias difíciles o hacer frente a las adversidades de la vida. Una persona resiliente comprende que es el arquitecto de su propio alegría y su propio destino. ¿Y por qué propongo la resiliencia? Porque hasta ahora por lo general hemos seguido una trayectoria lineal, (colegio, universidad, máster …) pero ha llegado el momento en el que nosotros decidimos cual es el siguiente paso a dar. Y es posible que nos encontremos con situaciones de rechazo para acceder a un nuevo trabajo, donde la contestación sea que no tenemos el perfil que buscan, que nos falta experiencia o que tendrán en cuenta nuestro CV para próximas ocasiones. A pesar de que esto nos resulte duro porque podemos llegar a pensar que no valemos, la actitud con la que nos enfrentemos a estas situaciones determinará las oportunidades de conseguir nuestros propios sueños. No podemos perder nunca la fe en nosotros mismos ni en la formación académica y humana que hemos adquirido a través de estos años. Por que si no como dijo Steve Jobs "si no luchas por tus propios sueños, alguien te contratará para perseguir los suyos". 

 La siguiente clave es el trabajo en equipo. La jornada laboral tiene un promedio de 40 horas semanales de trabajo efectivo de ahí la importancia de saber colaborar y trabajar en armonía y respeto con el que tenemos al lado, dado que vamos a emplear mucho tiempo de nuestra vida en convivir con personas ajenas a nuestra propia familia. Esta demostrado empíricamente que la colegialidad, compañerismo y la gestión de equipos obtienen los mejores resultados. En nuestro caso creo que podemos trasladar nuestra vivencia a los 9 meses del MIDI que vivimos entre las 4 paredes del aula 10 donde conseguimos crear una pequeña familia en la que el cumpleaños de uno era el de todos, las alegrías eran compartidas y aprendimos a colaborar con el que teníamos al lado. 

La última clave que propongo es la transcendencia, todo importa. Porque nunca trabajaremos solo para nosotros mismos, estemos en el ámbito privado o estemos en el ámbito público, nuestra vocación como profesionales de la salud siempre y por encima de todo debe ser una vocación de servicio a los pacientes, a  los que les repercutirá directa o indirectamente nuestra forma de trabajar. 

No puedo acabar estas palabras sin dirigirme al claustro de profesores del máster. Gracias por vuestra dedicación y entrega hacia nosotros y por vuestra paciencia cuando no hemos sabido estar a la altura de las circunstancias.  Gracias también a nuestras familias, por apoyarnos, por comprendernos y por hacer posible que estemos aquí y gracias a la Universidad de Navarra por habernos acogida durante este tiempo.  

Y como dijo San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador de esta Universidad: “No te desalientes, te he visto luchar y tu derrota de hoy es entrenamiento para la victoria definitiva".

By Elena Zaragozá Vaz-Romero. Delegada MIDI promoción XXIX

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lunes, 2 de diciembre de 2019

Una sonrisa por Navidad

Ana Martín, Belén García, Blanca Ureña, María Palmier y Sandra Gómez no se conocían hace dos meses. Hoy, además de ser compañeras en el Máster en Gestión de Empresas Pharma-Biotech, tienen algo en común, sus ganas de ayudar a los demás.

Entre clase y clase, caso y caso, examen y examen, no tienen un minuto libre; pero cuando se pidieron voluntari@s para el concierto solidario que organizaba Cooperación Internacional, no lo dudaron. María y Belén ayudaron a la organización recibiendo y dirigiendo a los asistentes; a Ana, Blanca y Sandra les tocó ayudar en la guardería: pintando, corriendo, cantando... "fue una mañana muy entretenida pero acabamos agotadas" confiesan.

 Belén, María, Sandra, Blanca y Ana durante el concierto. La recaudación se destinará a la campaña “Una sonrisa por Navidad”, que atiende cada año a 10.000 niños en situación de vulnerabilidad. 

Pero no es la primera vez que participan en actividades de voluntariado: campañas de recogida de alimentos, comedores sociales, programas con niños en riesgo de exclusión social, acompañando pacientes en la CUN e incluso, en una protectora de animales. No hay nada con lo que no se atrevan porque, como ellas mismas dicen, "la satisfacción de ayudar a los demás es el regalo más grande que te llevas".

A la pregunta de si lo recomendarían, las cinco afirman al unísono. Así que ya sólo nos queda preguntaros, vosotr@s...

¿Os animaríais?