¡Cómo pasa el tiempo! 6 meses desde que el 7 de septiembre nos reunimos por primera vez los 22 compañeros de la XXVI promoción del MIDI. Desde entonces cada día ha sido una nueva aventura…
Empezamos con la asignatura de experimentación animal, en la que estuvimos en contacto, por primera vez, con ratas y ratones. Obtuvimos el Certificado B en manipulación de animales de experimentación, que orgullosamente añadimos todos a nuestro LinkedIn.
A medida que pasaban los días, fuimos afrontando más y nuevas asignaturas. Drug discovery ha sido para mí la más exigente: muchos quebraderos de cabeza delante del MOE (el software que se utiliza) y un sinfín de nuevos conceptos: Hit, Lead, Scaffold, Cluster, fingerprints… Pero bueno, con dedicación y con la ayuda de los compañeros, todo se acaba sacando.
También hemos realizado muchas actividades fuera de las aulas juntos (excursiones, cenas…) y eso ha favorecido que seamos como una “piña” y que parezca que nos conocemos de toda la vida. Esto os lo contaré más en detalle en otra entrada ;-)
A la vuelta de Navidad, y ya con las pilas recargadas, vino el momento más esperado pero a la vez más temido: la selección del trabajo fin de máster. Sabíamos que iba a llegar ese día pero, como suele pasar, llega sin avisar. Había 40 posibles trabajos para elegir, ni más ni menos. Tanto en industria farmacéutica como en departamentos de la Universidad y centros de investigación.
Algunos, como es mi caso, ya lo teníamos pensado y seleccionado. Yo, por ejemplo, lo voy a realizar en el Departamento de Farmacología y Toxicología, adquiriendo nuevos conocimientos en el campo de la enfermedad de Alzheimer. A ver si todo sale bien...
Y ya para ir acabando… desear mucha suerte a todos mis compañeros con la adjudicación del TFM y con el último empujoncito para terminar las clases ¡sois todos unos campeones!
By Urtzi Ocáriz. Alumno de la XXVI Promoción MIDI
