Todo comenzó el día 7 de Octubre, era el día de la primera sesión del Innovation Fast Track (IFT) en Pamplona. Aquel sábado nos juntamos aproximadamente 50 alumnos de diferentes facultades de la Universidad de Navarra, que no nos conocíamos. El primer taller, a cargo de la Unidad de Emprendimento, fue de Team Building, donde nos explicaron los diferentes perfiles de las personas en un equipo, relacionados con las características personales de cada uno y no con los estudios cursados. Después del taller, y de manera aleatoria, se fueron formando los diferentes equipos multidisciplinares que tendrían que pensar una idea para ir desarrollándola hasta el mes de Marzo.
Nosotras tres nos acordamos muy bien de la primera semana, en la que a cada una se nos ocurrieron mil ideas innovadoras. En un principio queríamos desarrollar una idea más relacionada con la salud, puesto que la mayoría de los miembros de nuestro equipo éramos de este campo. Pero entonces en la siguiente sesión, David Luquin nos dijo que teníamos que pensar una idea que cambiara el mundo y, de esta forma ya en la segunda sesión, se nos ocurrió FLASH.
FLASH viene de las siglas en inglés Fast Loop Autonomous System Haul, y se trata de un nuevo sistema de transporte de productos a alta velocidad por tubos construidos en las instalaciones subterráneas de la ciudad. Se trata de una idea tan innovadora que hasta asusta, lo sabemos, estamos locos. Con FLASH como nuevo servicio de transporte de mercancías vimos que podríamos solucionar una gran cantidad de problemas existentes en la sociedad actual, como por ejemplo el retraso en el envío de paquetes, la contaminación ambiental a causa de los camiones, y la entrega de paquetes en malas condiciones.
Cabe destacar que ya desde un primer momento, supimos que nuestra idea de negocio no era nada fácil y que iba a requerir muchísimo tiempo, esfuerzo y trabajo constante desde el primer día hasta el último, pero eso no nos detuvo. Tampoco nos detuvo que no tuviéramos demasiados conocimientos en el ámbito empresarial, ni que no supiéramos nada acerca de ingeniería. Estas dos desventajas que teníamos las suplimos gracias a la ayuda de nuestro mentor Oscar Matellanes, y también gracias a todas las sesiones impartidas por expertos como Aitor González en las sesiones del IFT. Sin toda esa ayuda nunca lo hubiéramos conseguido!
El premio por haber sido el equipo ganador es la participación en el Israel Innovation Trip: un viaje de inspiración para visitar startups, incubadoras y centros de emprendizaje en Tel-Aviv, uno de los principales hubs de innovación del mundo.
