Extracto de la entrevista a María Rubies, alumna MIDI XXIII, en “El farmacéutico joven”:
María Rubies es una farmacéutica de la hornada de la Universidad de Navarra, de donde salen algunos de los farmacéuticos mejor preparados de España y llegó a esta profesión un poco por tradición y ya le ha encontrado la pasión.
Así nos lo explica ella misma: «Estudié la carrera en la Universidad de Navarra y la idea de estudiar farmacia vino principalmente porque mi madre tiene una oficina de farmacia en Barcelona y a falta de una vocación clara consideré que podía ser una elección interesante y práctica. Lo cierto es que en ese momento ni siquiera sabía qué otras salidas profesionales me podía brindar la carrera de Farmacia más allá de la que había vivido de cerca por cuestiones familiares. Actualmente, trabajo en una empresa farmacéutica en Pamplona, Laboratorios Ojer Pharma, una empresa dedicada a la I+D+i de productos dermatológicos, realizando labores de desarrollo de negocio y asuntos regulatorios».
¿Cómo empezaste a trabajar en desarrollo de negocio de una empresa farmacéutica?
En mi caso, no tenía ni idea de qué me gustaba, aunque sí quería enfocarme al mundo de la industria, pero sinceramente en ese momento tenía una idea muy difusa de qué era la industria. Por ello, decidí estudiar el máster en I+D+i que imparte la Universidad de Navarra, ya que, aunque no te especializas en ningún área concreta, ves todas las fases de un proyecto farmacéutico y, por tanto, todas las actividades que se realizan en las empresas del sector farmacéutico.
El máster fue, por tanto, decisivo.
Sí, para mí fue clave para entender el sector en el que nos movemos, amueblarme la cabeza y sobre todo fue la puerta de entrada al mundo de la empresa. Así que, exceptuando a la gente que tiene muy claro hacía donde enfocar su carrera profesional, yo recomendaría realizar un máster más general, ya que hacer uno muy especializado te encasilla mucho a la hora de acceder al mercado laboral.
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